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Recuperación de la APDHB

CON LA PUNTA DE LA AGUJA1

Desde el Feminismo Comunitario de Abya Yala queremos pronunciarnos. En 2019, en Bolivia vivimos un golpe de Estado comandado y financiado por intereses transnacionales y la derecha nacional. Ese golpe, en el que hábilmente pusieron al frente a una mujer, se ha llevado la vida de más de 36 hermanos, han torturado, perseguido y encarcelado a más de 1.500 personas; se ha ensañado sobre el cuerpo de las mujeres de pollera y la wiphala, convirtiendo el racismo y la discriminación en práctica impune y cotidiana.

Con repudio vemos cómo han manipulado y degradado el papel de la histórica Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), esto se dio al mando de Amparo Carvajal, quien guardó silencio ante las masacres de 2019. Guardó silencio ante el DS 4078 de 2019, en el que el gobierno de facto eximía de responsabilidad a las Fuerzas Armadas y la Policía, encubriendo los delitos de lesa humanidad acaecidos entre noviembre de 2019 y octubre de 2020.

Hemos visto cómo la señora Carvajal en su —dice ella— papel de presidenta de la APDHB, no se pronunció ante las múltiples denuncias de abusos a niñas y niños por parte de miembros de diferentes iglesias. Por otro lado, en otra acción cómplice, tampoco se manifestó sobre la violación al derecho al trabajo y la libre circulación durante el “paro cívico” de más de 36 días en Santa Cruz, que no solo afecto la economía familiar, sino también ocasionó agresión a mujeres, muertes e impedimentos para recibir atención médica oportuna. Está claro que a esta señora no le interesan los DDHH y tampoco tiene ningún tipo de representatividad, sus funciones terminaron en la gestión 2018.

Sin embargo, eso de continuar confundiendo a la opinión pública nacional e internacional, es solo para exigir libertad para las y los masacradores del pueblo, supuestos “presos políticos”. No es nada más que la búsqueda de la impunidad, es hacer del racismo, la discriminación, la corrupción y el desmantelamiento del bien común, reflejado en el Estado Plurinacional, una práctica de la cultura del odio, donde no tiene vergüenza de defender y apoyar a los grupos paramilitares de la Unión Juvenil Cruceñista y la Resistencia Juvenil Cochala.

Respaldamos la recuperación pacífica de un inmueble que le pertenece al pueblo, no a la señora Carvajal, y desmentimos las versiones dadas a la opinión pública en las que supuestamente tres personas habrían sufrido violencia.

Como Feminismo Comunitario de Abya Yala tejido Bolivia, vamos a acompañar la gestión de la legítima APDHB, como corresponde. Hacemos un llamado a las diferentes organizaciones sociales, populares y sindicatos a la defensa de esta institución, que debe estar al servicio de los derechos humanos, principalmente del pueblo y no para servir intereses personales, mucho menos del fascismo, la derecha nacional e internacional.

¡Solo el pueblo salva al pueblo! ¡Hasta la comunidad, siempre!

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.