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Cívicos sin patria

TRIBUNA

El 22 de febrero, después del Carnaval, que es la fiesta principal de Santa Cruz con su tradicional Corso, a la cual se opusieron seguidores de Luis Fernando Camacho, el presidente saliente del Comité Cívico, Rómulo Calvo, en conferencia conminó al presidente Luis Arce a promulgar una ley de amnistía para todos los “presos políticos”, caso contrario se llevaría adelante un referéndum revocatorio de mandato. Esta fue la última pataleta del cívico, la cual fue contestada al día siguiente por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, con una contundente negativa y entre muchas otras cosas le hizo recuerdo que el presidente fue electo por más del 55% en una elección nacional.

Pero el ente cívico, que dice ser democrático, fue denunciado por actos de manipulación y discriminación al inhabilitar al candidato Reinerio Vargas, vicerrector de la UAGRM, quien tendría un apoyo popular y no así de los grupos de poder económico como son las logias cruceñas. De esta manera quedó un único candidato y nuevo presidente, Fernando Larach y Stello Cochamanidis como primer vicepresidente, elegidos por 209 personas.

Las logias cruceñas también se encontraban incrustadas en el poder nacional y el gobierno de facto de Jeanine Áñez no fue la excepción; ahí tenemos a Branko Marinkovic Jovičević, Karen Longaric Rodríguez y Arturo Murillo Prijic, quienes tuvieron una gestión desastrosa. En otros gobiernos neoliberales participaron Peter Maldonado Bakovic, Mirtha Quevedo Acalinovic, Fabián II Yaksic Feraudy, Yerko Kukoc del Carpio, Vladimir Tonchy Marinkovic Uzqueda, José Eduardo Rivera Eterovic y todos los “vic” conocidos. Estos descendientes de migrantes (en su mayoría croatas) se constituyeron en el país escapando de la Segunda Guerra Mundial y de conflictos regionales de Europa; se organizaron y tomaron posesión de la tierra en varios países de Latinoamérica, y con el tiempo lo hicieron con la representatividad en las instituciones y formaron parte de los grupos de poder, acumulando riqueza aprovechando y siendo parte de los gobiernos de turno. En Bolivia, se encuentran atrincherados en el Comité Cívico cruceño, quienes a nombre de “libertad y democracia” buscan desestabilizar y generar conflicto a un gobierno democráticamente electo, queriendo imponer como algo novedoso una “economía neoliberal” que los bolivianos sabemos no deja nada bueno a la mayoría de la población.

El plan de los cívicos, en una primera instancia, se estructuró a través de la autonomía, la cual no ejercen en su verdadera extensión; en lo político, por sus pugnas internas no aplican su Estatuto Autonómico, como el ejemplo de la ausencia del gobernador, lo cual tiene una argumentación absurda, con el único fin de no dejar que el subgobernador tome posesión porque ya no es el hombre de confianza, por el solo hecho de saludar al Presidente, vale decir que lo educado y cortés también debe desaparecer en esta guerra política; ahora buscan un federalismo, con el cual supuestamente lograrían una “menor intervención del centralismo”, y la pregunta sería: ¿será que es el inicio de la independencia de la Nación Camba? Estos cívicos sin patria, que desconocen a nuestros próceres y quieren imponer su propio libertador (Warnes), pretenden un nuevo relacionamiento con el Estado boliviano, todo para velar por sus intereses políticos y económicos, generando conflictos sociales y delincuenciales y buscando sabotear la economía de los bolivianos.

Jesús J. Luque es licenciado en Economía