Nuestra palabra
Hay momentos en la historia que, aparte de nuestra opinión y acción personal, es necesaria la voz colectiva y organizada, pronunciarse colectivamente como parte de la acción de sostenimiento del proceso de cambios revolucionarios en lo social, político, económico y cultural, emprendido por el pueblo boliviano. Es éticamente necesario. El grupo de personas que perdieron las elecciones nacionales, pero lograron ganar la elecciones regionales, en base a una lectura autoritaria, caprichosa y fascista de la correlación de fuerzas políticas en el país, ha arrastrado a sus votantes a acciones temerarias marcadas por la violencia impune, que en el transcurso del tiempo se convierten en acciones desesperadas. Eso es lo peligroso, porque los manotazos del ahogado tienden a jalar a quienes están a su alrededor al fondo del agua. Son nuestras hermanas y hermanos del proceso de cambio que viven en Santa Cruz quienes están en permanente peligro. Por eso nuestra palabra:
Desde el Feminismo Comunitario Abya Yala nos pronunciamos ante la violencia fascista que va más de un mes amedrentando a la población que solo exige su derecho a la libre circulación, al trabajo, la salud y la libertad de opinión. Denunciamos a la comunidad internacional la articulación de grupos fascistas y paraestatales que día a día violan los derechos de las y los ciudadanos que viven en Santa Cruz, que incluso han amedrentado a instituciones que defienden y protegen a mujeres víctimas de violencia.
Hacemos un llamado a las organizaciones sociales nacionales y del Abya Yala a denunciar los atropellos a los derechos humanos ante la creciente ola de violencia en los puntos de bloqueo, que son comandados por la Unión Juvenil Cruceñista, que entre muchos delitos, además, quemaron la sede de la federación de campesinos, y saquearon a la Central Obrera Departamental, son ataques al pueblo trabajador.
Nos preocupa sobremanera el atropello a las instituciones que buscan defender a la población y proteger los derechos ciudadanos, cuando hay muchas denuncias de violencia y vulneración a los derechos humanos.
Tenemos claro que el verdadero fin de la derecha imperialista, fascista, golpista y explotadora es atacar el cambio del proyecto político, que hoy es para beneficio de las grandes mayorías excluidas históricamente de sus derechos. Les asusta la continuación y profundización del proceso de cambios revolucionarios.
Desde el Feminismo Comunitario nos declaramos en vigilia permanente y movilización de resistencia popular en las calles, en las redes, en y desde las organizaciones sociales. Vamos a continuar construyendo, vamos a luchar en defensa de nuestro proceso, y principalmente en defensa de nuestras organizaciones sociales.
Nuestro horizonte es el “vivir bien”, nuestro horizonte es la despatriarcalización, la descolonización y no retrocederemos ni un paso. Es hora que desde el Gobierno y desde la Asamblea Legislativa se hable consecuentemente claro.
¡Golpe nunca mas! ¡Jallalla el proceso de cambio! ¡Hasta la comunidad, siempre!
Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.