Tó abusador: vivir bajo ‘supervisión’ en Bolivia
Luis Tó González fue sentenciado en España por abuso sexual a una niña de ocho años en el colegio San Ignacio. Fue confidente del pederasta Alfonso Pedrajas
El sacerdote Alfonso Pedrajas fue entrevistado por La Razón antes de su muerte en 2009
Imagen: La Razón
En 1992, la Audiencia Nacional de Barcelona, España, sentenció al sacerdote jesuita Luis Tó González a dos años de prisión. Acusado de abusar a una niña de ocho años con el colegio San Ignacio.
Meses después, el jesuita llegó a Bolivia, a instancias del provincial de entonces, Marco Recolons. Desde entonces hasta su muerte fue parte de distintas instituciones de la Compañía de Jesús.
En sus memorias, Historia, documento de 383 páginas conocidas por el periódico español El País. El confeso cura pederasta Alfonso Pedrajas se refirió a Tó Gonzáéz como uno de sus confidentes, a quien acudía para algunos consejos respecto de su situación.
El fallecido jesuita español abusó de decenas de niños en Bolivia, que llamó “pecados”, “meteduras de pata” o “enfermedad”.
“Hice daño a mucha gente ¿85?, demasiada”, cita Pedrajas en sus memorias facilitadas por el sobrino, Fernando Pedrajas, al diario luego de su intento fallido de que la Iglesia Católica y el Ministerio Público españoles tomaran en cuenta sus denuncias.
En sus investigaciones sobre casos de violación a niños y niñas en el seno de la Iglesia Católica, El País recordó que Tó González “no pisó la cárcel” e inmediatamente fue trasladado a Bolivia. Llegó bajo algunas restricciones dispuestas por la Justicia.
En diciembre de 2018, la Compañía de Jesús se refirió al caso para aclarar algunos pormenores. Precisamente surgidos a raíz de las denuncias del rotativo español. En un comunicado, recordó “que el caso referido siempre fue de conocimiento de las autoridades competentes” en España.
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En Bolivia
Informó que “los superiores de la orden tomaron los recaudos necesarios para dar cumplimiento a lo establecido judicialmente, por la vía civil”, sobre la condición de Tó González. “Se tuvo una supervisión y acompañamiento constantes”, aclaró.
En un reportaje publicado el 9 de diciembre de 2018, El País informó que el jesuita fue trasladado a Bolivia “con la prohibición de tener actividad pastoral o docente con menores”, según citó de fuentes de los jesuitas.
Entonces, la Compañía de Jesús en Bolivia aclaró que los cargos y funciones que desempeñó Tó González “en todo este período estuvieron enmarcadas en aspectos administrativos o ejecutivos. No así en acompañamiento pedagógico o en relación con menores en centros educativos”.
Sin embargo, en una entrevista reciente con el programa No Mentirás, el expulsado novicio jesuita Pedro Lima contradijo esa antigua aclaración. Dijo que el sacerdote español impartía clases en distintos centros educativos y noviciados. Era docente de Moral, Sexual y Ética, afirmó.
La Compañía de Jesús recordó en 2018 que el sacerdote trabajó en el Centro de Multiservicios Educativos (CEMSE) y en escuelas populares Fe y Alegría.
Sin embargo, aclaró que en el CEMSE “participó en el directorio de la institución” y en Fe y Alegría. “Como parte del equipo de planeamiento, responsable de estadísticas y bases de datos, además de colaborar en la revisión de equipos de computación”.
Informó, además, que aquel recibió “acompañamiento psiquiátrico y psicoterapéutico”, tanto en España, Bolivia y Perú.
Sin embargo, la orden religiosa aclaró que los superiores de la Compañía de Jesús no recibieron denuncias sobre abusos a menores por parte del jesuita.
A las 20.00 del 11 de abril de 2017, Tó González murió a los 82 años. “Después de un estado de salud muy delicado que atravesó durante este último cuatrimestre”.
Entonces destacó su servicio “a la población más necesitada”.