Ministra Prada: el Gobierno busca dar seguridad en el tema de la tierra
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada. afirmó que la línea del Gobierno nacional en el tema de la tierra es la construcción de seguridad jurídica. Estas declaraciones van como contrapunteo con las acusaciones hechas previamente por el gobernador Luis Fernando Camacho sobre avasallamientos en Santa Cruz.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, rechazó cualquier acto de avasallamiento de tierras en Santa Cruz. Indicó que está en marcha un ‘gabinete de la tierra’ y que la posición del presidente Arce es contraria este tipo de hechos. La respuesta viene luego de que en horas pasadas el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho se refirió al tema y responsabilizó al MAS y al Gobierno nacional de apoyar la toma de predios privados.
Prada indicó que el lineamiento del Gobierno nacional “es justamente la construcción de seguridad respecto a la tierra”. La ministra aseveró que la posición, “clara y contundente”, del presidente Luis Arce es “contraria a los avasallamientos.
Nosotros hemos conformado un ‘gabinete de la tierra’, que está orientado (al tema) y que compete a varias instancias del Estado”, explicó la autoridad. Prada afirmó que todo hecho sospechoso de incurrir en avasallamiento de tierras debe ser investigado por la justicia y llegar hasta la sanción correspondiente.
Ministra Prada pide no estigmatizar
“No podemos vivir en un estado de inseguridad permanente en torno a lo que viene a ser la tierra”, dijo la ministra. Aclaró que, con todo, los delitos son de orden personal y que no se puede establecer prejuicios sobre colectividades enteras a partir de los mismos. “No se puede estigmatizar, por ejemplo, al movimiento campesino o al movimiento intercultural”, señaló.
La ministra Prada mencionó que se sostuvieron reuniones con dirigentes de las organizaciones sociales. En las mismas, ellos explicaron que, si bien puede haber algunas personas que actúan como no corresponde, no se trata de toda la organización.
El sábado pasado, el gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, acusó al Gobierno nacional y al MAS de estar detrás de hechos de avasallamiento de tierras.
Camacho dijo que los avasallamientos son “un revanchismo del Gobierno (nacional), porque se identifica claramente que son grupos del MAS. Recientemente han terminado de liberar al último preso que había del caso Las Londras y se han reactivado los avasallamientos. Lamentablemente hay una inacción del Gobierno, de parte de la Policía y un silencio cómplice constante que demuestra la existencia de una impunidad, no hay arrestados porque son protegidos por el Gobierno”.
El éxito de una empresa no solo depende de una buena estrategia o de la ejecución eficiente de sus operaciones, un factor fundamental es el desempeño de los equipos ejecutivos. Este factor, según un estudio reciente realizado a 1.250 equipos ejecutivos, muestra una clara correlación entre su buen desempeño y los resultados financieros de la organización, incluyendo ingresos, rentabilidad y retorno para los accionistas. Sin embargo, el mismo estudio revela que solo el 20% de los equipos ejecutivos alcanza un alto nivel de rendimiento, lo que indica que muchos líderes aún no han descifrado el código para una gestión exitosa.
Un reciente artículo de Ron Carucci, Mindy Millward y Eric Hansen, expertos en transformación empresarial y liderazgo, desglosa tres roles fundamentales que los equipos ejecutivos deben cumplir para tener un impacto duradero en el rendimiento de la empresa: establecer una dirección competitiva, forjar una cultura saludable y establecer una gobernanza disciplinada. Estos roles no son aislados, sino interdependientes, y su integración efectiva es la clave para el éxito organizacional.
Dirección competitiva
El primer rol crítico que desempeñan los equipos ejecutivos es establecer una dirección clara para la empresa y asegurar los recursos necesarios para llevar a cabo esa visión. La dirección estratégica que define el equipo debe ser realista y estar enfocada, priorizando aquellas iniciativas que realmente generarán un valor diferencial a largo plazo, en lugar de perseguir oportunidades tentadoras pero distractoras.
Los autores destacan que «se necesita disciplina para decir no, incluso a las buenas oportunidades» y proteger así los recursos limitados, ya sean financieros o humanos. Un ejemplo citado ilustra cómo un equipo ejecutivo estaba bajo presión para llevar a cabo una adquisición importante que, en el papel, parecía prometedora. Sin embargo, el CEO cuestionó la capacidad de la empresa para integrar nuevos productos sin desestabilizar su negocio principal, concluyendo que «no podemos seguir persiguiendo objetos brillantes para satisfacer nuestro apetito a corto plazo». Esta visión a largo plazo permitió a la empresa evitar una distracción costosa y centrarse en sus prioridades fundamentales.
No obstante, muchos equipos ejecutivos fallan en este aspecto. A menudo, la dinámica interna se convierte en un juego de cabildeo, donde los líderes actúan como «embajadores» de sus propias áreas en lugar de adoptar una agenda compartida. Este comportamiento genera planes estratégicos inflados y contradictorios, que dificultan la ejecución coherente de una visión unificada.
Cultura y valores
El segundo rol esencial de los equipos ejecutivos es modelar una cultura saludable dentro de la organización. Los autores subrayan que «los equipos ejecutivos no solo son administradores de la cultura de la empresa; son su encarnación». Las acciones de los líderes, más que sus palabras, tienen el poder de reforzar o debilitar las normas culturales dentro de la organización.
En muchas empresas, los líderes fallan al modelar los valores que predican. Según un estudio de Gallup, solo el 27% de los empleados creen en los valores de su empresa, y un escaso 23% siente que puede aplicarlos en su trabajo diario. Esta desconexión entre el liderazgo y la cultura organizacional puede tener efectos devastadores en el compromiso y la moral de los empleados.
Para contrarrestar este desafío, los equipos ejecutivos que moldean una cultura saludable adoptan prácticas de retroalimentación constante y abierta. Un ejemplo destacado es el de un equipo ejecutivo que, comprometido con la innovación, estructuró sus reuniones para fomentar debates sobre «hechos en pugna», es decir, puntos de vista contrarios. El equipo creía que el conflicto, bien gestionado, es la base de la innovación y trabajó activamente para fomentar una cultura de seguridad psicológica en la que los desacuerdos constructivos fueran bienvenidos.
Además, cuando los cambios en el equipo ejecutivo crean disfuncionalidades internas, es vital que los líderes sean vulnerables y estén dispuestos a trabajar en su capacidad para confiar en los demás. En un caso mencionado, un equipo que había experimentado una alta rotación entre sus miembros más antiguos logró superar sus barreras internas para generar confianza y sentar las bases para una transformación organizacional exitosa.
Gobernanza disciplinada
El tercer rol clave que debe cumplir un equipo ejecutivo de alto rendimiento es establecer una gobernanza disciplinada que permita alinear a la organización y coordinar sus esfuerzos. La gobernanza, según los autores, consiste en «reunir regularmente a los roles correctos, alineados con prioridades claras, y equiparlos con los datos y la autoridad adecuados para tomar decisiones informadas».
Sin embargo, este es un área en la que muchos equipos ejecutivos tropiezan. Una de las fallas más comunes es la membresía inflada en los equipos de liderazgo, lo que diluye la confianza y complica la toma de decisiones. Los autores destacan que un equipo ejecutivo de 15 personas, por ejemplo, debe gestionar más de 100 relaciones internas, lo que puede obstaculizar la capacidad del equipo para tomar decisiones ágiles y efectivas.
Un caso que ilustra esta problemática es el de una empresa global de productos de consumo que, tras una evaluación interna, descubrió que sus líderes principales dedicaban más de 57.000 horas al año a reuniones inútiles, lo que equivalía a «seis años y medio». Al identificar este problema, el equipo ejecutivo tomó medidas drásticas para eliminar reuniones innecesarias y reasignar tiempo a las prioridades más importantes, lo que mejoró significativamente la productividad y el enfoque.
Cohesión y confianza
Uno de los puntos más destacados del artículo es la interrelación entre estos tres roles. Cuando los equipos ejecutivos logran integrar la dirección competitiva, la cultura saludable y la gobernanza disciplinada, las organizaciones experimentan una mayor cohesión, claridad y capacidad de ejecución.
La cohesión se produce cuando los miembros del equipo sienten una profunda conexión entre ellos y perciben que están avanzando juntos hacia un objetivo común. La claridad organizacional surge cuando todos comprenden claramente sus roles y cómo se alinean con las prioridades más amplias de la organización. Finalmente, la capacidad de ejecución se manifiesta cuando los miembros del equipo trabajan como aliados, no como rivales, para lograr los resultados deseados.
Estos tres factores se combinan para generar un entorno de confianza dentro de la organización. Como señalan los autores, «la confianza es el pegamento que mantiene a la organización avanzando», ya que permite a los equipos trabajar en conjunto con un sentido claro de propósito y dirección.
El camino posible El éxito de un equipo ejecutivo no depende solo de su capacidad para tomar decisiones estratégicas, sino también de su habilidad para moldear una cultura organizacional positiva y establecer una gobernanza eficaz. Estos tres roles clave—establecer una dirección competitiva, forjar una cultura saludable y mantener una gobernanza disciplinada—son la clave para crear una organización cohesiva, alineada y capaz de ejecutar con éxito sus objetivos. Para los líderes empresariales que buscan mejorar el rendimiento de sus equipos ejecutivos, este es el modelo a seguir.
En un mundo marcado por crecientes tensiones geopolíticas y reordenamientos económicos, la reciente cumbre de los países del grupo BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ha capturado la atención global. La cita, celebrada en Kazán, Rusia, no solo destacó por su significativa asistencia, sino por la oportunidad que brindó para reconfigurar las dinámicas del poder internacional. Horst Grebe, economista boliviano y acucioso observador de la política internacional, ofrece una visión aguda sobre los resultados de este encuentro y su repercusión en el orden mundial.
En una entrevista exclusiva con la Razón, Grebe comenzó señalando la relevancia del evento, al que describió como «la cumbre de Putin». Este calificativo, explicó, se debe a la capacidad del presidente ruso de atraer una notable asistencia, a pesar de las circunstancias adversas que enfrenta, incluyendo condenas pendientes de la Corte Penal Internacional. “No es en absoluto una noticia menor que una persona con juicios internacionales logre una presencia de veinte mil personas y más de treinta delegaciones de diferentes países”, comentó el especialista, subrayando la importancia del evento, que coincidió temporalmente con las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington, las cuales recibieron mucho menos atención mediática.
Un contexto turbulento
Uno de los puntos clave en la interpretación de Grebe sobre el impacto de la cumbre es el contexto geopolítico actual, especialmente en relación con el conflicto en el Medio Oriente. “Las masacres de Israel… han llegado ya a un número de cuarenta mil víctimas en la franja de Gaza, principalmente niños”, afirmó, destacando la expansión del conflicto a Líbano y la posibilidad de una confrontación con Irán, lo cual ha generado un creciente rechazo mundial. Según Grebe, este escenario ha propiciado un respaldo hacia la convocatoria de Putin, quien logró proyectar el evento como un éxito en términos de respaldo internacional.
Sin embargo, Grebe también advirtió que estamos en un «momento muy complejo de las relaciones internacionales», comparando la situación actual con los años posteriores a la Guerra Fría. A diferencia de épocas pasadas, donde los alineamientos internacionales estaban más definidos, hoy el futuro se mantiene incierto y dependerá de la evolución de varios conflictos en curso. Además, destacó la importancia de las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos como un factor determinante en la política internacional, ya que el resultado podría modificar la postura estadounidense hacia estos eventos internacionales.
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Horst Grebe en entrevista
Horst Grebe en entrevista
Dinámicas en los BRICS
Uno de los aspectos más destacados de la cumbre fue la presencia de figuras como Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, y Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, cuya participación causó gran sorpresa. Según Grebe, Guterres introdujo temas críticos que los participantes, incluidos Putin, no pudieron ignorar. Además, Abbas recibió un fuerte respaldo, logrando un apoyo significativo, lo cual marca un punto de inflexión en la relación entre los BRICS y la causa palestina.
En el caso de la participación de Venezuela y su líder, Nicolás Maduro, Grebe fue claro en señalar que Brasil vetó la incorporación de Venezuela y Nicaragua como miembros plenos, demostrando que, dentro del grupo, existen tensiones políticas internas que no deben ser subestimadas. Este veto es particularmente relevante porque revela las dinámicas de poder que operan dentro de los BRICS y las restricciones que pueden enfrentar nuevos países que buscan integrarse.
El papel de los BRICS
Durante la entrevista, Grebe destacó que los BRICS representan una respuesta al orden internacional vigente, que tradicionalmente ha estado dominado por las instituciones de Bretton Woods, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. “Lo que empezó a cuajar desde comienzos de la década pasada… ha sido reformar la gobernanza internacional”, explicó. La crítica a la hegemonía occidental ha sido un factor unificador dentro de los BRICS, cuya meta es desafiar el sistema de poder que ha prevalecido desde la Segunda Guerra Mundial.
Este grupo de economías emergentes ha logrado una notable tasa de crecimiento en los últimos años, en comparación con los países del G7. Según Grebe, “las economías de los BRICS tienen una tasa de crecimiento anual promedio de los últimos 10 años entre 4 y 6 por ciento, mientras que los del G7 apenas alcanzan entre el 1.5 y 2.5 por ciento”. Aunque el G7 sigue dominando en términos de PIB nominal, los BRICS han superado al G7 en términos de paridad de poder adquisitivo, un indicador clave en las comparaciones económicas internacionales.
Desdolarización
Un aspecto que ha captado considerable atención es el intento de los BRICS de crear un mecanismo alternativo para las transacciones financieras internacionales, el llamado BRICS Pay. Según Grebe, este mecanismo responde a la necesidad de los países del bloque de eludir las sanciones económicas impuestas por Occidente. Aunque no implica la creación de una nueva moneda, facilita las transacciones en monedas nacionales, lo cual debilita el monopolio del dólar en el comercio global.
“El dólar es una herramienta muy poderosa en manos de los Estados Unidos”, señaló Grebe, y los esfuerzos de desdolarización representan tanto una respuesta a la hegemonía estadounidense como una estrategia para reducir la vulnerabilidad frente a las sanciones económicas. Sin embargo, advirtió que no se debe esperar una implementación rápida de mecanismos como el BRICS Pay, y que su efectividad aún está por verse, especialmente en países como Bolivia, que ha sido recientemente incorporado como «socio» del bloque.
Bolivia y el grupo BRICS
La reciente incorporación de Bolivia al BRICS como país socio ha despertado expectativas y discursos optimistas desde el gobierno de Luis Arce. Durante la cumbre en Kazán, Rusia, el mandatario manifestó su entusiasmo ante la posibilidad de que el país aproveche este espacio internacional para acelerar la industrialización de sus recursos naturales, en particular el litio. No obstante, Horst Grebe ofrece una perspectiva más crítica y matizada sobre las oportunidades reales y los desafíos que enfrenta Bolivia en su relación con el grupo.
Para Grebe, es importante destacar que Bolivia aún no es un miembro pleno del BRICS, sino un país socio. Esta categoría no otorga los mismos derechos ni acceso a los mecanismos de toma de decisiones que disfrutan los miembros plenos. “Estamos en la puerta, no hemos entrado todavía”, puntualiza el analista, señalando que Bolivia, junto con otros 11 países, ha sido admitida en una categoría de socios que todavía está en proceso de definirse claramente dentro de la estructura del BRICS. Esta diferencia es sustancial, ya que limita el nivel de influencia de Bolivia en las deliberaciones estratégicas del grupo y en la distribución de beneficios inmediatos, como el acceso preferencial a financiamiento o la participación en proyectos clave.
Una de las principales promesas del gobierno de Arce es que la participación de Bolivia en los BRICS facilitará el acceso a fondos del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), la institución financiera del grupo que busca contrarrestar la influencia del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, Grebe advierte que el acceso a estos fondos no será automático ni inmediato. “No es estirar la mano y recibir fondos”, aclara, recordando que este tipo de financiamiento requiere una serie de condiciones y procesos que Bolivia debe cumplir.
Oportunidades
Además, Bolivia ya ha intentado previamente diversificar sus fuentes de financiamiento y comercio mediante mecanismos como los swaps de divisas con China, en los cuales se acordó el uso del yuan en transacciones comerciales. No obstante, estos mecanismos no han demostrado ser tan efectivos como se esperaba. Grebe señala que, en el caso de Bolivia, estos acuerdos “tampoco han funcionado muy fácilmente”, lo que arroja dudas sobre si la integración en los BRICS será suficiente para mejorar la estabilidad económica del país o reducir su dependencia del dólar.
Otro aspecto clave que plantea Grebe es la persistencia del extractivismo en la visión de desarrollo económico del país. El gobierno boliviano sigue apostando fuertemente por la explotación de recursos naturales como el litio, un recurso que ha atraído la atención de múltiples actores globales, incluyendo a China y Rusia, que ya tienen acuerdos para la industrialización del litio en Bolivia. Sin embargo, Grebe critica esta estrategia por su enfoque de corto plazo, ya que perpetúa la dependencia del país en la exportación de materias primas, sin avanzar significativamente hacia la diversificación económica o la creación de valor agregado local.
Rusia
Grebe también cuestiona el exceso de optimismo en torno a la relación con Rusia. Según su análisis, el respaldo de Putin a Bolivia no responde a un interés estratégico profundo, sino a una necesidad de Rusia de sumar aliados en América Latina, una región donde Moscú tiene pocos socios influyentes, salvo Brasil y, en menor medida, Cuba. Este tipo de apoyo puede generar expectativas desmesuradas en Bolivia sobre los beneficios reales de la participación en los BRICS, cuando en realidad estos dependerán más de las políticas internas que el país implemente para aprovechar su posición.
Así, la incorporación de Bolivia a los BRICS como país socio abre algunas puertas en el escenario internacional, pero las oportunidades reales están lejos de ser automáticas o inmediatas. El éxito de Bolivia dentro del BRICS dependerá en gran medida de su capacidad para formular políticas económicas coherentes, evitar caer en nuevos ciclos de dependencia extractivista, y construir alianzas regionales que fortalezcan su posición en las negociaciones internacionales. La entrada en los BRICS es un paso, pero la transformación económica sostenible del país requiere mucho más que un cambio en las alianzas geopolíticas.
El futuro de los BRICS
Grebe concluyó la entrevista resaltando la importancia de trabajar en la consolidación de mecanismos regionales de integración, como el Mercosur, para que América Latina pueda negociar en mejores condiciones con los BRICS y otras potencias internacionales. A su juicio, “uno por uno, los países son muy débiles”, y la única forma de que la región tenga una influencia real en la geopolítica es mediante la cooperación regional. El análisis de Horst Grebe sobre la cumbre de los BRICS ofrece una perspectiva profunda y detallada sobre cómo este grupo de naciones emergentes está moldeando un nuevo orden mundial, desafiante y multipolar. A medida que el mundo avanza hacia una mayor fragmentación, eventos como esta cumbre destacan la importancia de los BRICS como un actor clave en el escenario global, y su capacidad para ofrecer una alternativa viable al sistema internacional actual.
El 13 de octubre de 2024, la noticia resonó con fuerza en el mundo de la literatura: Han Kang, la escritora surcoreana autora de obras tan singulares como La Vegetariana y Actos Humanos, se convertía en la primera persona de su país en recibir el Premio Nobel de Literatura.
En su tranquila casa de Seúl, la talentosa escritora compartía con su hijo la reacción inicial ante este reconocimiento que la coloca entre los gigantes de la literatura contemporánea. “Estoy muy sorprendida y honrada”, dijo en una entrevista telefónica con la Academia Sueca, reflejando la modestia y serenidad que traslucen en su obra.
Una sorpresa en la vida cotidiana
En medio de una noche apacible, justo después de una cena, Han recibió la inesperada llamada que cambiaría su vida. “Me sorprendió mucho. Acababa de terminar de cenar y era una noche muy tranquila. Mi hijo también se sorprendió”, relató, demostrando que su vida cotidiana está lejos del bullicio que a menudo rodea a figuras literarias de su calibre.
Este momento de quietud también reflejó su enfoque hacia el éxito y los honores. A pesar del prestigio del galardón, Han optó por una celebración sencilla. En lugar de grandes fiestas, prefirió la calma: “Después de esta llamada, me gustaría tomar té… no bebo. Voy a tomar té con mi hijo y lo celebraré tranquilamente esta noche”, relató.
Esta humildad contrasta con el enorme impacto que su obra ha tenido en el panorama literario mundial. A lo largo de su carrera, Han Kang ha explorado temas hondamente arraigados en la condición humana, como el dolor, el trauma y la fragilidad de la vida. Su enfoque, sin embargo, está lejos de las respuestas fáciles, optando por narrativas que invitan a la reflexión y que desafían las convenciones sociales y culturales.
El dolor y la búsqueda del ser
Nacida en 1970 en Gwangju, una ciudad que también ha sido el escenario de uno de los episodios más traumáticos de la historia moderna de Corea del Sur, Han Kang fue testigo desde muy joven de la relación entre la vida, la muerte y el sufrimiento. La masacre que se produjo en esa localidad, en 1980, en la que cientos de civiles fueron asesinados por el ejército, marcó su infancia y ha dejado una huella imborrable en su obra. Este episodio se convirtió en el corazón de Actos Humanos, una novela desgarradora que aborda el dolor colectivo y el trauma heredado de una nación.
Han Kang no solo creció en un entorno afectado por los eventos históricos, sino también en un hogar literario. Su padre, un novelista reputado, fue una influencia temprana en su vida. En 1993, Han publicó sus primeros poemas, y dos años después debutó en la prosa con El Amor de Yeosu. Desde entonces, su carrera ha estado marcada por un enfoque profundamente introspectivo y un interés por la condición humana en sus formas más extremas.
Valoración
Según Anders Olsson, presidente del Comité Nobel, “La obra de Han Kang se caracteriza por la exposición del dolor, una correspondencia entre el tormento mental y físico con estrechas conexiones con el pensamiento oriental”.
Su estilo poético y experimental, a menudo acompañado de imágenes cargadas de simbolismo, ha sido aclamado tanto en su país natal como internacionalmente. Su obra más conocida, La Vegetariana, que ganó el Man Booker International Prize en 2016, ha sido descrita como una poderosa reflexión sobre la alienación y la resistencia. La novela, que narra la historia de Yeong-hye, una mujer que decide dejar de comer carne en un acto de resistencia pasiva, ha sido leída como una metáfora de la lucha de la mujer contra las estructuras patriarcales que intentan dominarla.
La universalidad del dolor
A través de sus obras, Han Kang ha demostrado una habilidad única para transformar el dolor individual en una experiencia universal. En El Libro Blanco, publicado en 2017, la escritora explora la pérdida de una hermana que falleció al nacer. El libro es una meditación sobre la vida, la muerte y el vacío que dejan aquellos que nunca llegaron a existir plenamente. Con un estilo que ha sido descrito como una especie de «libro de oraciones secular», El Libro Blanco se adentra en el terreno de lo sagrado, sin necesidad de recurrir a explicaciones religiosas.
Otra de sus novelas, No Nos Separamos, publicada en 2021, retoma estos temas de dolor y duelo, situándolos en el contexto de la masacre de la isla de Jeju, donde decenas de miles de personas fueron ejecutadas en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. La obra, según Olsson, “retrata el proceso de duelo compartido… y rastrea los inquebrantables intentos de los amigos por sacar a la luz lo que ha caído en el olvido colectivo”.
La narrativa de Han Kang no busca salidas superficiales ni ofrece consuelo inmediato. En cambio, plantea preguntas fundamentales sobre la existencia, el cuerpo y la relación entre los vivos y los muertos. A menudo, sus personajes parecen atrapados en un limbo entre el aquí y el más allá, buscando desesperadamente una respuesta, pero encontrando solo más preguntas.
Reflexiones sobre el Nobel y el futuro
A pesar del éxito que ha cosechado, Han Kang permanece enfocada en su trabajo como escritora, sin dejar que el Premio Nobel altere su forma de abordar la literatura. En una entrevista reciente con la emisora sueca SVT, mencionó que necesita tiempo para reflexionar sobre lo que significa realmente este galardón. “Cuando me entrevistó el comité del Premio Nobel, pensé que era un engaño, pero al final, comprendí que era real”, confesó entre risas.
Sin embargo, aunque el premio ha puesto su nombre en boca de todos, Han no tiene intención de cambiar su estilo de vida ni de apresurar su proceso creativo. “Me tomo mi tiempo y sigo escribiendo, y no creo que nada cambie”, afirmó. Esta constancia, esta dedicación a su arte, es parte de lo que ha hecho de Han Kang una escritora tan excepcional.
El futuro para Han Kang no está marcado por la presión de satisfacer expectativas externas, sino por su compromiso personal con la escritura y con las historias que aún quiere contar. “No es que pueda escribir una novela en un año o algo así… Me llevó siete años terminar No Me Despido”, explicó.
Han Kang se prepara para asistir a la ceremonia del Nobel en diciembre, donde deberá presentar un ensayo. Según ha afirmado, su prioridad ahora es continuar escribiendo y seguir explorando los temas que han definido su carrera hasta el momento.
Con esta entrega, el Premio Nobel ha reconocido no solo su talento, sino también su valentía al enfrentar los aspectos más oscuros y difíciles de la vida humana. La autora muestra que, incluso en medio del dolor, siempre hay espacio para la reflexión y el arte.
La destacada artista chilena Caro Bloj comparte los conceptos y experiencias que dan forma a su más reciente exposición, «Las penas se curan con agua salada». Nacida en Santiago de Chile, en 1978, Bloj ha forjado una trayectoria única que conjuga el cine documental, la escultura y la pintura. Como fundadora y directora del proyecto Mitos Vivos, su obra de más de dos décadas explora la intensa relación entre geografía e identidad, materializando esta búsqueda a través de diversos medios artísticos.
La exposición, que se inaugura el próximo martes 29 de octubre en la Fundación Patiño, en la ciudad de La Paz, presenta un diálogo entre los cuatro elementos naturales: agua, aire, tierra y fuego. Entre ellos, el agua emerge como protagonista central, evocando la conexión inseparable entre naturaleza y ser humano. A través de esculturas cerámicas, cine documental e instalaciones, Bloj construye un recorrido sensorial que invita a reflexionar sobre la resiliencia emocional y nuestra relación con el entorno físico.
En esta conversación exclusiva con La Razón, la artista profundiza en los conceptos que sustentan su trabajo y comparte detalles sobre el proceso creativo detrás de esta significativa muestra en Bolivia.
¿Cuál es el concepto artístico que subyace en la exposición «Las Penas se Curan con Agua Salada»?
El concepto, que más que nada es la investigación artística que he desarrollado durante más de 20 años, trata sobre cómo la geografía esculpe la identidad de las personas. En este caso, es cómo el agua esculpe a estas personas que son isleñas y, específicamente, a Ilka, que es la protagonista de mi documental «Sincronía». «Sincronía» es una película documental que habla de cómo uno busca espacios de encuentro con uno mismo, donde siente que no le hace falta nada más, y por eso se llama así.
Es un lugar de encuentro y de sentirse completa, íntegra. Y eso es como en los lugares donde uno siente pertenencia también. Pudiera ser en la montaña, puede ser en el mar, puede ser en el río, puede ser con la música, puede ser con la religión.
Esa es la idea que subyace sobre toda la exposición. Por otra parte, lo que subyace sobre el título «Las Penas se Curan con Agua Salada» se podría decir que el agua salada pueden ser las lágrimas. Llorar te sana. También aparece acá una videointeracción filmada en la Laguna Epecuén, que es una de las lagunas más saladas del mundo, que está en Argentina.
El agua
Y también se refiere al agua del mar. El agua salada te cura las heridas, pero también en este sentido lo está diciendo a nivel emocional. Entonces estoy ocupando los elementos aquí en la tierra, que vendrían a ser las esculturas de arcilla.
Pusimos una pieza completa con sal y arena. Y aparece también el fuego; la cerámica está quemada por fuego. Y el agua está muy presente en esta exposición; se podría decir que es una exposición acuática.
Entonces, este es el diálogo que se plantea entre agua y tierra, sobre todo. Y fuego y los elementos están muy presentes: vamos a tocar agua, la pieza va a tener sal y arena, las piezas de arcilla también dan ganas de tocarlas, y los videos son inmersivos.
¿Qué tiempo llevó realizar las obras que conforman la exposición?
Estas obras son casi una exposición retrospectiva porque se me solicitó hacer una exposición de todo el trabajo recorrido, desde Robinson Crusoe que empieza en 2005 hasta ahora. En 2005 se hizo mi primer monumento en la isla y nació la obra del ajedrez y de «Virgen Andina» que están en esta exposición. El ajedrez se ha ido como replanteando su concepto.
Nace el concepto de las marcas de pesca que utilizan en la isla de Robinson Crusoe, donde a veces las familias se pelean por espacios de agua, por territorios de agua que son tan abstractos que uno dice: «¿Por qué? Si es agua, ¿por qué se pelean por ello?». Y eso me llevó también a una nueva idea de qué considera uno su casa, y a veces la casa de uno no está en el territorio de uno, pero uno lo siente propio. Entonces se empiezan a armar todas esas lecturas de las que habla este ajedrez, que es del 2005. «Virgen Andina» también habla de cómo el peso físico es también espiritual.
Símbolos
Entonces esta virgen de arriba es como una montaña, una Pachamama también, y todos la cargan. Entonces también me hace mucha relación con lo que sucede aquí en La Paz, de cómo uno siente el peso del cuerpo, el peso de la respiración y cómo, de alguna forma, eso se traduce también en el peso espiritual que lleva uno. En este caso se siente muy tangible por la altura, pero también porque uno está cercano a esta geografía de montaña que es tan peculiar acá en La Paz.
Por otra parte, las otras obras son contemporáneas, son de ahora, del 2023-2024, y muestran las culturas de Ilka y partes de la película «Sincronía», de la cual comenté antes, que fue estrenada en 2024 en Hot Docs Canadá y que es resultado de un proceso largo de investigación documental iniciado en 2016 hasta ahora en cine.
¿Qué momento en la trayectoria artística de la autora refleja «Las Penas se Curan con Agua Salada»?
Para mí empezó en 2022 o 2021 —no recuerdo bien— con una residencia que hice en Argentina, donde fui a la Laguna de Epecuén, que era muy salada. El lugar se había inundado por el fenómeno de El Niño, y la gente se tuvo que ir, pero muchos decidieron quedarse en su espacio y decían que se curaban con esa laguna salada las penas que sienten por haber perdido sus casas. O sea, también ellos me indicaban un territorio de agua como propio, y entonces ahí lo relacioné con lo que me dijo Ilka, la protagonista de mi documental, que me dice que ella no se fue después del tsunami que hubo en 2010 en su isla, que se llevó su casa. Decide quedarse en la isla para curarse en ese lugar; ahí me dice «las penas se curan con agua salada», y cuando estoy en Epecuén lo relaciono con esta frase.
Se crea la videoinstalación que está en la sala del fondo, que es una sala que está cubierta con arena y sal, y una predicción, un video que se llama como el título de la exposición. Siento que estas son las obras, o sea, esta exposición es donde se unen más mis dos lenguajes de escultura y cine. Acá se mezclan estas videoinstalaciones con las fotografías que por primera vez estoy mostrando.
¿Qué piensa y siente sobre exponer su obra en Bolivia?
Bolivia siento que me ha recibido con los brazos abiertos y yo eso lo he valorado mucho. Me he sentido muy honrada en el sentido de que primero fue la exposición de Manzana 1, que me hizo viajar dos veces este año, y ahora es la tercera vez en el año en Bolivia, pero en dos contextos muy distintos: primero en Santa Cruz y ahora acá en La Paz. Y sobre todo me he sentido muy bien con las personas acá, como su nivel de amabilidad, de honestidad, de cercanía. Me han hecho sentir realmente muy bien y con mucha confianza, como que todas las propuestas que he hecho han sido súper bien recibidas, a pesar de que son mucho trabajo, pero les interesa el arte que uno hace, la propuesta, y eso me parece muy valorable.
Y hay interés por las personas y eso también me parece especial.
¿Qué otros proyectos tiene en mente y qué prevé para más adelante?
Bueno, este año ha sido muy importante porque terminé la película «Sincronía»; empezó su trayectoria nacional e internacional después de estar tantos años en preparación. Y aparte han sido estas exposiciones acá en Bolivia. Es bien loco esto porque se ha expuesto acá en Bolivia, pero todavía no se expone en Chile; el próximo año viene la exposición en Chile de «Sincronía», que va a ser en Matucana 100.
Y bueno, lo que preveo es el inicio de mi próxima película, que ya está en proceso de guion. Como todo este tiempo yo he estado trabajando cómo la geografía esculpe la identidad de las personas, el sentido de pertenencia, el arraigo, los lugares que te generan sentido, la próxima película trata de qué pasa si te desarraigan. O sea, por una u otra razón a todos nos toca de alguna forma migrar, y qué pasa con ese sentido de desarraigo y cómo uno encuentra espacio de pertenencia y sentido en esto, en las nuevas geografías. Como una nadadora a quien no la dejan meterse más al agua, ¿qué hace una nadadora que ya no puede estar sumergida? ¿Cómo se reencuentra a sí misma? Por ejemplo, en el caso mío, mi pareja es cubano, entonces hemos vivido juntos su migración a Chile. Y por mi lado, yo me estoy cambiando de casa de donde he vivido, el espacio de montaña donde vivo yo, de precordillera; yo he vivido toda mi vida ahí y ahora me voy a cambiar. Y qué pasa con eso, cómo sano esa situación. Entonces, de una u otra forma a todos nos toca, todos somos seres migrantes, y cómo nos reencontramos, cómo reencontramos el sentido: ese es el nuevo proyecto.
Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos presentan un panorama excepcionalmente polarizado y reñido. Los contendientes principales, el expresidente republicano Donald Trump y la actual vicepresidenta demócrata Kamala Harris, disputan el poder en un entorno electoral extremadamente complejo. Encuestas recientes de Gallup y el mercado de predicciones Polymarket destacan que ambos candidatos tienen niveles de popularidad moderados, pero polarizantes.
En ese marco, los resultados en los estados oscilantes (swing states) serán decisivos para decidir la votación, según explica el politólogo e internacionalista John Mearsheimer.
Una carrera polarizada
La encuestadora Gallup revela que tanto Trump como Harris se encuentran en el extremo inferior de popularidad para los candidatos presidenciales desde 1956. Con un 47% de calificación favorable para Trump y un 48% para Harris, las cifras reflejan la «polarización intensa» que enfrenta el electorado estadounidense. La histórica herramienta del «escalómetro», usada por Gallup, indica que ambos candidatos cuentan con fuertes opiniones positivas y negativas de sus respectivos partidarios y opositores. Un 31% de los encuestados califica a Trump como «muy favorable», mientras que un 37% lo considera «muy desfavorable». Para Harris, el 30% la valora muy positivamente y un 34% tiene una opinión extremadamente negativa de ella.
Polymarket, un mercado de predicciones que permite realizar apuestas sobre eventos futuros, refleja en sus estimaciones que los resultados siguen siendo inciertos y cambiantes. De acuerdo con sus datos, ambos candidatos presentan probabilidades semejantes en varios estados clave. Esto refuerza la idea de que los estados oscilantes determinarán el resultado, con el reto para ambos partidos de maximizar la movilización de votantes y asegurar una fuerte presencia en estos lugares el día de la elección. En palabras del politólogo John Mearsheimer, «el electorado está prácticamente dividido en dos… predecir quién ganará esta elección es extremadamente difícil», señaló en una entrevista reciente.
Economía de Estados Unidos
La situación de la economía estadounidense es un factor decisivo para los votantes en las elecciones de 2024, particularmente para la población latina y afroamericana. Estas comunidades, que históricamente han mostrado mayor afinidad con el Partido Demócrata, se encuentran ahora en una posición receptiva hacia el discurso económico de Trump. Según encuestas recientes, la economía es el tema más citado por los votantes latinos y afroamericanos como el factor decisivo para su voto. El aumento en el costo de vida, la inflación y los efectos post-pandemia han generado insatisfacción en muchos ciudadanos, lo que ha impulsado una reconsideración de los ideales económicos que tradicionalmente identificaban con los demócratas.
Trump, con su enfoque de «América Primero», proyecta una imagen de estabilidad económica recordada por muchos como un periodo de mayor prosperidad y bajos niveles de desempleo, en contraste con las dificultades actuales. Su retórica nacionalista y de apoyo a la clase trabajadora ha captado la atención de estos votantes, que buscan políticas que prioricen sus intereses económicos inmediatos, incluyendo la reducción de impuestos y una mayor independencia económica de Estados Unidos. La narrativa populista de Trump, orientada a proteger empleos locales y reducir la dependencia de importaciones, resulta atractiva para quienes han sido particularmente afectados por la globalización y los desafíos económicos recientes.
Latinos y afroamericanos en Estados Unidos
Entre los votantes latinos y afroamericanos, esta receptividad hacia Trump también está ligada a factores culturales y pragmáticos. La población de estas comunidades es diversa y tiene un amplio espectro de opiniones políticas. Sin embargo, según encuestas del New York Times y Siena College, una porción significativa de las mismas valora el enfoque directo de Trump y su capacidad de comunicar una «autenticidad» que algunos interpretan como favorable para los negocios y el trabajo. Este aspecto es especialmente relevante para los hombres jóvenes afroamericanos y latinos, quienes se muestran más inclinados a la estabilidad económica y a cuestionar la efectividad de las políticas económicas demócratas.
La percepción de que la economía estaba en mejor estado bajo la administración de Trump, sumada a la percepción de que el Partido Demócrata no ha cumplido plenamente con sus promesas, ha erosionado parte del apoyo al Gobierno de Biden y Harris.
Consecuentemente, la economía estadounidense es un eje central que está definiendo el comportamiento electoral de votantes afroamericanos y latinos en 2024. Aunque no es una mayoría, el apoyo hacia Trump en estos grupos refleja un cambio notable. La campaña republicana ha aprovechado esta oportunidad para ganar terreno, mostrando a Trump como una alternativa capaz de ofrecer resultados económicos. El permanente cuestionamiento a Harris, cuando ofrecer mejorar la economía, es por qué no lo hizo hasta ahora siendo la vicepresidenta.
Análisis
El profesor John Mearsheimer subraya que la clave de esta elección estará en la movilización de votantes en media docena de estados críticos. Según él, «no es evidente que alguno de los bandos tenga ventaja en ese aspecto», pues tanto los demócratas como los republicanos están realizando intensos esfuerzos para asegurar una alta participación electoral. Sin embargo, el politólogo advierte que la situación no es particularmente favorable para Harris, quien parece «estancada alrededor del 49%», mientras que Trump muestra un leve impulso en la recta final de la campaña.
En el último tramo de la campaña Harris tuvo varias intervenciones en la prensa que fueron tildadas de desacertadas por comentaristas de todos los lados del espectro político. El posible avance de Trump estaría respaldado por los votantes indecisos y por aquellos que, según Mearsheimer, podrían ocultar su apoyo a Trump en las encuestas por razones de corrección política o temor a represalias sociales.
El experto también destaca que el próximo presidente de Estados Unidos jugará un rol crucial en la arena internacional, dado el complejo contexto geopolítico que incluye tensiones en Oriente Medio, el conflicto en Europa del Este y la rivalidad comercial con China.
En relación con Oriente Medio, el experto menciona que tanto Harris como Trump enfrentarán un entorno crítico, especialmente por el papel de Estados Unidos en la estabilidad de la región. Mearsheimer señala que, aunque ambos candidatos pueden coincidir en ciertas estrategias de apoyo a Israel, Trump probablemente adoptaría una postura más firme de “América Primero” en el manejo de conflictos internacionales. En tanto que Harris podría ser más partidaria de mantener el enfoque actual del gobierno de Biden de operar en conjunto con sus aliados.
Estados Unidos y las guerras
La situación en Europa del Este también es delicada, con una guerra en curso en Ucrania y el riesgo de expansión del conflicto. El experto considera que Trump podría buscar un acercamiento más pragmático con Rusia, en comparación con Harris, quien mantendría la línea dura de la administración actual. «Trump parece dispuesto a suavizar las tensiones con Rusia, lo que podría reducir el apoyo militar estadounidense a Ucrania», explica Mearsheimer. Esto no solo afectaría a Europa, sino también a la relación de Washington con la OTAN y otras alianzas estratégicas.
La rivalidad con China es otro eje fundamental en el análisis de Mearsheimer. Si bien existe consenso bipartidista sobre la necesidad de contener el avance de China, Trump y Harris tienen enfoques distintos en cuanto a la competencia económica y tecnológica. La administración de Harris probablemente buscaría fortalecer alianzas comerciales con aliados tradicionales, mientras que Trump podría preferir una estrategia de «mano dura», con aranceles y políticas proteccionistas para limitar la influencia china en la economía estadounidense.
Implicaciones globales
El impacto de estas elecciones no se limita a Estados Unidos. Para India, por ejemplo, Mearsheimer indica que, aunque existe un consenso bipartidista en la relación con Nueva Delhi, la personalidad del presidente influirá en el enfoque de la política exterior. Según él, «el gobierno de Narendra Modi está ideológicamente más alineado con Trump que con Harris», pero la relación estratégica con India se mantendrá independientemente de quién gane, dada la necesidad de Estados Unidos de contrarrestar la influencia de China en Asia.
Por otro lado, la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita también podría verse afectada dependiendo del resultado electoral. Mearsheimer compara la relación con India con la de Arabia Saudita, explicando que, aunque existen tensiones, «Estados Unidos no puede permitirse alienar a estos aliados clave debido a sus intereses estratégicos». Esto es especialmente relevante en el caso de Arabia Saudita, dado el rol de este país en el suministro de petróleo y en la estabilidad de Oriente Medio.
El resultado de las elecciones también repercutirá en las alianzas de Estados Unidos en el área del Indo-Pacífico, especialmente en su relación con Japón, Corea del Sur y Australia. China ha estado aumentando su influencia en la región, y la administración entrante deberá decidir hasta qué punto pretende fortalecer sus lazos con estos países para contener el avance chino. Harris, con su enfoque multilateral, probablemente busque fortalecer estas alianzas mediante tratados y acuerdos de defensa mutua, mientras que Trump podría adoptar un enfoque más transaccional, esperando beneficios económicos claros para Estados Unidos en cada colaboración.
Trascendencia
En este contexto, las elecciones de 2024 se perfilan como uno de los eventos más trascendentales en la historia reciente de Estados Unidos y del mundo. La intensa polarización y el enfoque en los estados oscilantes reflejan un país profundamente dividido, en el que cada voto podría determinar el rumbo de su política interior y exterior. Las encuestas de Gallup y el mercado de predicciones Polymarket destacan que esta contienda no solo es una lucha de propuestas, sino también una batalla entre visiones radicalmente diferentes de lo que Estados Unidos representa tanto para sus ciudadanos como para el mundo.
Mearsheimer resume el sentimiento de gran parte de la audiencia internacional al decir que «India, Beijing, Moscú y Londres observan con atención», conscientes de que el próximo presidente estadounidense definirá el enfoque que tomará el país en conflictos geopolíticos claves y en su rivalidad comercial con China. A nivel doméstico, tanto Trump como Harris deben superar la apatía y el descontento económico de los votantes, quienes se encuentran divididos entre los beneficios prometidos de una economía proteccionista y la estabilidad que una administración comprometida con las alianzas internacionales podría ofrecer.