La constitución de todos los perdedores
Gonzalo Sánchez de Lozada
La propuesta de una nueva constituyente genera cuestionamientos de forma, fondo y protagonistas.
DIBUJO LIBRE
Con evidente rimbombancia, sobre todo mediática, y especialmente en los círculos de opinólogos detractores del proceso de cambio, se ha abrazado la denominada “Constitución de Todos” del ex dignatario de Estado y actual prófugo de la justicia boliviana, Gonzalo Sánchez de Lozada de 92 años de edad. El personaje en cuestión es denominado por muchos como el padre del neoliberalismo en Bolivia, fiel defensor de los procesos de privatización y capitalización desarrollados en nuestro país; además de reconocido por la implementación del impuesto al salario y sobre todo por la represión con muertos y heridos en la denominada Guerra del Gas del 2003; suceso que terminó con su fuga hacia Estados Unidos de Norteamérica. Esta fuga en sí fue casi propia de una película hollywoodense, escapando en una ambulancia para despistar a la multitud, después en helicóptero y posteriormente en avión por vuelo directo hasta EEUU, donde aún reside con todas las comunidades de un ciudadano norteamericano al contar también con esa nacionalidad.
La propuesta constitucional de Goni es claramente la antítesis del Estado Social Democrático y Constitucional de Derecho construido por toda una nueva corriente de neo constitucionalismo latinoamericano. La “Constitución de Todos” es la antítesis del paradigma plurinacional. Sin embargo, encuentra sintonía con la propuesta de Tercera República de Germán Gutiérrez, Agustín Zambrana, Virginio Lema, Amilcar Barral y Williams Bascopé. Estos personajes encuentran en la propuesta de Gonzalo Sánchez de Lozada el correlato a su animadversión al Estado Plurinacional, a la construcción de los significantes del Estado Plurinacional; y en sí a su añoranza de los viejos valores republicanos coloniales de carácter clasista, incluso racista y discriminatorio.
Esta suerte de neo-neoliberalismo tuvo su punto más álgido de demostración de sus postulados durante el gobierno ilegal, inconstitucional e ilegítimo de Jeanine Añez con el Decreto Supremo 4272 de 23 de junio de 2020. El espíritu de ese Decreto Supremo, del cual se cumplen ya 3 años, planteaba el regreso al sistema de privatizaciones de los servicios básicos fundamentales como el agua, energía eléctrica, educación, telecomunicaciones; servicios básicos previstos en la actual constitución como derechos humanos fundamentales. Este Decreto Supremo pretendía ser el nuevo 21060. Se planteaba anular todos los programas sociales solidarios. Con la denominación de “Programa Nacional de Reactivación del Empleo” se crearon cuatro fondos de garantía para los cuales se realizó una inversión de 2.671 millones de dólares, sin embargo, sólo 15 millones fueron destinados a la preservación de empleos, 17 millones se destinaron a microempresas y el resto, 2.639 millones de dólares, fueron destinados única y exclusivamente a empresas privadas del país.
En esta construcción de enfrentamiento al Estado Plurinacional con los valores del viejo Estado Republicano participaron, desde Estados Unidos de Norteamérica, Carlos Sánchez Berzaín y Manfred Reyes Villa, actual alcalde de Cochabamba. Estos dos últimos personajes tienen una profunda relación y coincidencia en los planos discursivo, político, ideológico y programático con la propuesta “Constitución de Todos”, al igual que los principales referentes del antimasismo: Carlos Mesa, Amparo Carvajal y Luis Fernando Camacho. Éste último incluso planteó un nuevo proceso constituyente en pos de un Estado Federal.
Goni no es sólo Goni, es el ideólogo y padrino de todo el bloque neoneoliberal de Bolivia. Aglutina bajo su propuesta a todos los detractores del Estado Plurinacional. En su “Constitución de Todos” Goni plantea “Restituir la República” y se ve a sí mismo y su bloque como los sucesores de lo que llama “padres fundadores”. En su artículo 2° señala que “La soberanía reside en el pueblo; es inalienable e imprescriptible; su ejercicio está delegado a los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral y no se ejerce de manera directa ni por medio de referendos”. Los artículos inherentes a los derechos civiles y políticos son propios de las primeras constituciones de Francia y EEUU, del constitucionalismo clásico de primera generación. En el artículo 66° de su proyecto de Constitución, referido a las atribuciones presidenciales, Goni plantea: “(…) Es designado por dos tercios de votos del total de los miembros del Congreso de la República, por un mandato de diez años improrrogable”. Retrotrayéndose a la vieja práctica de la democracia pactada. Goni plantea una institución propia del mundo anglosajón, la del Primer Ministro, como personificación del “poder” ejecutivo. Menciona en su artículo 74° “designado a propuesta del Presidente de la República y por mayoría absoluta del total de miembros del Congreso”. Con relación al ámbito departamental se plantea en el articulo 93°: “La administración departamental es parte del Poder Ejecutivo y está a cargo de un Gobernador designado por el Primer Ministro”. Volviendo nuevamente al régimen de gobernadores puestos a dedo por el ejecutivo e irrespetando la conquista del sufragio universal para la elección de autoridades subnacionales. Con la propuesta de Goni los alcaldes también dejarían de ser electos por voto popular y pasarían a ser electos por los concejales; según el numeral 6 del artículo 95°: “El alcalde es elegido por mayoría absoluta de votos válidos del Concejo de acuerdo a los procedimientos de selección que determine su Carta Orgánica.”
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Con relación al nuevo régimen económico el numeral 2 del artículo 138° abiertamente refiere: “Los servicios públicos se prestan en base a contratos, concesiones o adjudicaciones a personas privadas o empresas en las condiciones reguladas por ley”. Sobre la salud también abre la posibilidad de su masiva privatización en su articulo 154°: “La gestión de los servicios públicos de salud y seguridad social es ejercida directamente por el Estado a través de los Gobiernos Departamentales y/o de los Gobiernos Municipales, o por concesiones o contratos a empresas o personas privadas (…)”.
La propuesta de reforma constitucional de Goni viene a ser la constitución de todos los perdedores electorales, toda la casta neo-neoliberal que de una forma o de otra, en este o en otro tiempo, fueron derrotados política e ideológicamente por el MAS-IPSP y de su proyecto constitucional. La propuesta de Goni se enmarca en el constitucionalismo clásico de primera generación bajo la lógica clásica y ya superada del Estado de Derecho, arcaico dispositivo superado modernamente por el Estado Social Democrático y Constitucional de Derecho cuyo cimiento es nuestra actual Constitución Política del Estado.
(*)Gabriel Villalba es abogado y analista político