Xavier albó pertinente
Xavier Albó habló con el suplemento sobre el TIPNIS, de las autonomías, del Cóndor de Los Andes y del puño en alto.
DIBUJO LIBRE
A lo largo de la existencia de Animal Político, que el próximo abril cumple 12 años, el suplemento tuvo, al menos, cuatro entrevistas con don Xavier Albó, el doctor en Lingüística y Antropología, sacerdote jesuita, huelguista, junto a Luis Espinal, en la huelga de hambre de las cuatro mujeres mineras, en diciembre de 1977 – enero de 1978, que empezó el retorno a la democracia. Hasta eso le debemos al estudioso que se acaba de irse este viernes 20, a la edad de 88 años.
Don Xavier siempre le recibía a uno con una franca sonrisa y le saludaba en aymara, o en quechua, como probándolo en su conciencia de la realidad indígena del país. Don Xavier, amigo, que cuando llegaba a algún foro al que había sido invitado, se presentaba: “Hola, soy el p’ajla”.
Cuatro entrevistas, publicadas el 12 de febrero de 2012, el 25 de enero de 2015, el 10 de abril de 2016, y el 10 de septiembre de 2017. Para recordarlo, en las siguientes líneas, reproducimos partes significativas de dichas entrevistas, en la idea precisar algunos aspectos de su pensamiento. Va, don Xavier.
TIPNIS.
En el diálogo del 12 de febrero de 2012, el tema con don Xavier no podía se otro que la tensión generada por el proyecto de la carretera por en medio del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). La octava marcha de la CIDOB, efectuada entre agosto y octubre de 2011 había conseguido que se declare al TIPNIS territorio “intangible”, pero otra marcha, del Consejo Indígena del Sur (Cnisur) había llegado a La Paz en enero de 2012 pidiendo derogar la ley 180 de Intangibilidad. Luego vendría la consulta en el territorio indígena; justo dos días antes que se publicara la entrevista, el 10 se promulgó la Ley de la consulta.
De ambas marchas, Albó decía que la de la CIDOB fue más legítima. La marcha del Conisur es “menos legítima que la otra (de la CIDOB), pero es legítima. La otra (de la CIDOB) fue de protesta y ésta otra (del Conisur) no la hubiesen hecho si no hubiera sido que el propio Gobierno tenía ganas de mostrar aliados”.
Sobre la consulta en el TIPNIS que se avecinaba, Albó no dejó de ser crítico: la Ley de la consulta debió llamarse, dijo ‘Ley de penetración al TIPNIS’. “Pero claro, tampoco digamos que todo es mala leche; por lo menos se hizo en la Asamblea Legislativa una Ley de Consulta (…) Ahora, no sé si es un intento o disfraz de consulta, no me animo a decir una cosa o la otra; veremos qué es lo que pasa en los siguientes días. Esta ley puede ser un mal menor”.
AUTONOMÍAS.
La entrevista publicada el 25 de enero de 2015 revisaba la vigencia e impulso que tendrían, o no, las autonomías indígenas; el 6 de diciembre de 2009, 11 municipios habían decidido transitar hacia esta nueva forma de administración territorial.
Para una mayor proyección de las autonomías indígenas, decía don Xavier, lo que ha faltado es voluntad política y audacia. “Yo dudo que el Gobierno tenga voluntad política de avanzar; voy directo al grano, me parece cada vez más claro”, protestó esa vez.
Y no era una académico frente al problema, sino alguien que lo vivía: “Falta imaginación de cara a lo que podría ser esto. Yo estoy vinculado a Jesús de Machaca, allí se había avanzado bastante, pero fue el Alcalde el que puso una especie de compás de espera, un bloqueo, como se le quiera llamar, para que la cosa no avance, porque él perdía su silla. Tanto es así que ahora el mismo alcalde se presenta otra vez para la elección, cuando teóricamente había entrado solo interinamente hasta que se apruebe el Estatuto, pero lo bloqueó”.
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Falta de audacia. Por eso criticaba abiertamente algunos estatutos de autonomías indígenas: “Ni son audaces… Son timoratos en general; es la impresión que yo he tenido de lo que he leído. En el de Machaca era un solo punto el complicado: a ver qué ponían sobre el rol de los partidos allí, y habían llegado a una fórmula mucho más timorata que la inicial; decía: ‘para la presentación de candidatos lo haremos según nuestros usos y costumbres, para después, el resultado, lo haremos por elección normal’”.
Hacía notar cómo se había impedido el desarrollo de la justicia indígena: “ninguno de los estatutos que he visto ha avanzado en la cuestión del sistema judicial, de administración de justicia, y esto es porque les cortaron las alas con la Ley de Deslinde Jurisdiccional”.
GALARDÓN.
La plática del 10 de abril de 2016 ocurruió en el contexto de que días antes él y el padre Mauricio Bacardit habían recibido de manos del presidente Evo Morales el Cóndor de Los Andes en el grado de Caballero.
Y ratificaba aún con más fuerza lo que había dicho en la ceremonia de entrega, que a la trilogía ama sua (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama quella (no seas flojo), habría que añadirle el ama llunk’u (no seas adulón) y el ama ch’in (no te calles).
“—¿Qué finalmente quiso decirles a Evo Morales y Álvaro García? —Que no hay que ser ni llunk’u ni ch’in; esto último quiere decir “no callarse cuando uno tiene qué decir”, no mantenerse mudo cuando hay que hablar; es lo que yo quiero decir”.
Justo esos días se daba el debate sobre los “librepensantes” en el MAS. “Entonces, yo manifesté, dijo: ‘Yo quiero estar con el proceso, pero claramente no quiero perder mi libertad de decir lo que me parece que hay que decir en cualquier momento, y el (Luis) Espinal estaría muy preocupado por mí si no fuera capaz de decir lo que me parece que hay que decir’”. Albó reconoció entonces la advertencia que le hizo a Morales: “pero dije la amenaza: que si (Evo) no sabía negar el ch’in y el llunk’u, entonces, devuelvo [la distinción]. Espero que no lo tenga que hacer”.
COCHABAMBA.
Y, la entrevista del 10 de septiembre de 2017, en Cochabamba, donde él ya vivía, a dos meses de que él cumpliera 83 años. Esta vez habló un poco de todo.
Apenas dos meses después el Tribunal Constitucional Plurinacional iba a emitir la polémica sentencia constitucional 0084/2017, por la que por primera vez en la historia del país se establecía la repostulación indefinida para las autoridades electas.
Con todo, de cómo le iba ir al MAS decía que “hablar de 2019, el año de la elección, eso dependerá mucho de qué desgaste hayan tenido Álvaro (García) y Evo (Morales); según ese desgaste no podrían ni plantear sensatamente la reelección”.
No dejaba de criticar a la oposición por su actitud de retirarse de la selección de los futuros candidatos a altos jueces del órgano judicial: “La propia oposición se ha marginado, en la última parte se retiraron y así quedan solo los dos tercios del MAS. Eso de automarginarse, siendo minoría, siempre tiene sus defectos”.
Y, tras recordar su participación en la huelga de hambre de las mujeres mineras a fines de 1978, reivindicó el puño izquierdo en alto (hoy signo del MAS) como un símbolo más amplio que el político o ideológico: “El puño izquierdo, por si acaso, es señal de izquierda, no necesariamente comunista. (…) en una entrevista con radio Fides, puse como ejemplo que cuando resistíamos en la huelga de hambre todos estábamos con el puño izquierdo levantado; tenemos la foto del encuentro en San Calixto y prácticamente todos estábamos con el puño en alto. Eso no quería decir que fuésemos ateos ni comunistas ni marxistas porque el grupo era muy diverso: tres curas, cuatro monjas, también estaba la compañera de Guillermo Lora. Era un grupo mixto”.
(*)Iván Bustillos Z. es periodista de La Razón