Tras reaparición de Goni, Richter recuerda la masacre de 2003 y rechaza su propuesta
Luego de la reaparición de Sánchez de Lozada, Jorge Richter afirma que sus "20 años de silencio no van a transformar en un hombre inocente”.
Jorge Richter en entrevista en Piedra, Papel y Tinta. Foto: La Razón.
Luego de la reaparición de Gonzalo Sánchez de Lozada, que plantea el retorno a la república en lugar del Estado Plurinacional, Jorge Richter, vocero presidencial, afirmó que sus «20 años de silencio no van a transformar en un hombre inocente”.
En entrevista con Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, el funcionario cuestionó la propuesta del exmandatario, conocida el domingo en el país, y demandó su presentación ante la Justicia por las muertes de al menos 69 personas en la represión de 2003.
Entonces, el Gobierno propuso la exportación de gas natural a Estados Unidos a través de puertos chilenos, decisión que desató una movilización nacional. Las protestas degeneraron en la llamada Masacre de Octubre y derivaron en su renuncia, el 17 de octubre.
Richter aseguró que Sánchez de Lozada no comprendió, durante su gestión, los cambios que requería el país en ese momento. Los sectores sociales demandaban una representación justa para todos los bolivianos.
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Respecto a la propuesta ‘Constitución para Todos’, dijo que el exmandatario busca aniquilar el carácter plurinacional del Estado y concentrar el poder en una sola persona, que, en su criterio, podría elegir a autoridades militares, judiciales y electorales.
La propuesta de Sánchez de Lozada plantea el nombramiento del presidente y un “primer ministro” a través de dos tercios de una reducida Asamblea Legislativa.
El vocero aseguró también que al disminuir la cantidad de legisladores en las cámaras de Diputados y Senadores le sería más “fácil” tomar el control del país y concentrar el poder en un grupo reducido de personas que elegirían nuevas autoridades. “No es el Estado del 94 para retornar al neoliberalismo (…) es profundamente retrógrada”, dijo.
Luego de su renuncia, Sánchez de Lozada se refugió en Estados Unidos. La noches del 17 de octubre de 2003, luego de la aprobación de su carta de dimisión, el entonces Congreso Nacional instituyó como sucesor a Carlos Mesa, entonces vicepresidente.