Para Almagro el informe externo ratifica que actúo con transparencia y respetando las normas de la OEA
Asegura que, como servidor público internacional, cumplió no sólo con la técnica, conocimientos y experiencia, sino también con la praxis de la moral.
Luis Almagro, secretario general de la OEA. Foto: AFP
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro saludó este martes “la contundencia” de los resultados de la investigación externa de «Miller & Chevalier Chartered», reafirmando que siempre actuó con transparencia; además respetando las normas de la institución.
Asegura que, como servidor público internacional, cumplió no sólo con la técnica, conocimientos y experiencia, sino también con la praxis de la moral.
Almagro fue investigado por haber mantenido una relación íntima con una empleada. La investigación concluyó que violó las disposiciones internas sobre «el sentido común y buen juicio». Agrega, que no cometió ningún tipo de irregularidad durante la dirección de la OEA.
“(…) Las conclusiones reafirman con claridad lo que siempre he sostenido, en el sentido de que en todo momento actué con la máxima transparencia. Y poniendo por delante los intereses de la Organización y respetando sus normas a cabalidad”, dijo en un comunicado.
Para Almagro las conclusiones cierran el caso jurídicamente, pues incorpora “todos los elementos probatorios y verificación de los hechos. Sin embargo, realiza algunas observaciones previendo que “existan interesados en llevar el caso más allá de la normativa y el resultado de la investigación”.
Obligaciones éticas en la OEA
El secretario general de la OEA observa, que el informe no es concreto en cuanto a las obligaciones éticas adicionales y asegura que él no violó “ninguna obligación no definida y menos conocida”.
“En definitiva, el calificativo de ‘disposiciones éticas de carácter ético adicionales’ no es concreto, y por lo tanto, la respuesta que se pueda dar sería igualmente subjetiva.
Si bien el informe cita dos reglas puntuales de las Normas Generales y el Código de Ética, ello no es suficiente para cumplir con la objetividad y legalidad mínima requerida.
Almagro detalla varios artículos y reglamentos internos de la OEA para explicar que él no violó ninguna norma. «Con fundamento en lo expuesto, la Investigación externa concluyó que el Secretario General no violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las obligaciones de supervisión; incrementos salariales; intimidación; viajes; o conflictos de interés”.
Reitera que se trata de un proceso administrativo ordenado por el Consejo Permanente y los principios de legalidad y de defensa deben ser estrictamente respetados.
“(…) Ha quedado claro con el resto del informe de «Miller & Chevalier Chartered» que mi conducta no ha infringido ninguna norma legal cierta, definida y concreta de la OEA. Por distintos caminos llegamos a la misma conclusión: que no ha existido responsabilidad. Entendemos que sólo las violaciones a la ley, a la norma, pueden implicar responsabilidades”.
En su criterio, la investigación se centra en impresiones y percepciones de ciertas personas; sin embargo, al comprobarse que no existió un trato preferente o daño a la Secretaria General, esas impresiones quedan sin efecto.
Violación al sentido común y buen juicio
Respecto a la violación al sentido común y buen juicio, asegura que el Código de Ética no aborda o hace alusión específica a esos términos.
Por otra parte, señala que el informe reporta respecto de «posibles efectos y las posibles consecuencias»; “y es la misma investigación que reconoce que esos efectos y esas consecuencias finalmente no tuvieron lugar”.
“Con mucha claridad al respecto, la investigación externa reporta que yo no violé ninguna regla y regulación de la OEA en lo que concierne a mis obligaciones bajo la política de conflictos de interés. Por último y no menos importante, no se puede negar que el ‘sentido común’ es difícil de definir, por lo que es posible encontrar múltiples y variadas”.
Carencia de intencionalidad
El secretario considera que no violó ninguna obligación ética ni pasó por alto el sentido común y buen juicio.
“Mis acciones durante todo el tiempo que duró la relación íntima en ningún momento tuvieron la intención de transgredir la existencia una norma de conducta escrita o no escrita. Y siempre estuve alerta de actuar para bien de la OEA en conformidad con los más altos estándares de integridad, honestidad y transparencia”.