En su pequeño cuerpo quedaron las marcas de la violencia que marcaron su corta vida. El examen en el bebé de un año víctima de infanticidio en Santa Cruz reflejó que el menor de edad fue sometido a agresiones hace tiempo, hasta que finalmente lo mataron con un golpe en la cabeza.
“Al examen externo visual el menor presentaba múltiples hematomas en el cuerpo causado por golpes y estos databan de diferentes ocasiones”, confirmó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) Santa Cruz, Julio César Cossio.
Esa vida de agresiones se apagó finalmente este lunes. Luego de cinco días de agonía, de luchar por su vida, el bebé de un año y tres meses dejó de respirar. Su cuerpo se rindió ante la violencia a la que había sido sometido, el último golpe que le dieron fue en la cabeza.
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“El bebé ha presentado una parada cardiorrespiratoria y ha fallecido. Presentaba un hematoma craneal, traumatismo grave y una falla multiorgánica”, afirmó el gerente de operaciones del Hospital Católico, Leonardo Sevilla.
BEBÉ
Los principales sospechosos del infanticidio son la madre y su pareja. Ambos empezaron fingiendo que las lesiones del bebé eran por un intento de asalto, luego fue evidente que mentían, pues las muestras de violencia eran claras en el cuerpo del bebé.
Las autoridades empezaron la investigación, los aprehendieron primero por intento de infanticidio y fueron enviados a la cárcel con detención preventiva, al morir el bebé el caso pasar a ser por infanticidio.
“Se ha determinado como causa de la muerte trauma craneoencefálico severo y lesiones en el sistema nervioso. Tiene que ampliarse la investigación por la presunta comisión del delito de infanticidio, que tiene 30 años de presidio”, afirmó el fiscal Daniel Ortuño.
Era el menor de tres hermanos, el bebé vivía con su madre y la pareja de ella en Santa Cruz. De acuerdo con las investigaciones tanto este hombre, que sería su padrastro, y su padre biológico tienen antecedentes delictivos.
Ahora, el cuerpo del bebé descansa, es velado por sus familiares, que esperan obtener la custodia de sus dos hermanos de tres y cinco años.